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Opiniones

Hay una edad

Máximo Caminero, pintor y politico dominicano, residente en Miami
Máximo Caminero, pintor y politico dominicano, residente en Miami

Por Maximo Caminero

Hay una edad, en la que el viento y el azul del cielo se perciben como ese horizonte imaginario que no se ve pero palpita en algún lugar de nuestros adentros y nos ayuda a sobrevivir ante todas las insensateces que cometemos cuando somos niños. No existe el tiempo ni el abismo, no hay obstáculos ni peligros a huir, porque esa edad es la mas cercana al misterio detrás de nuestra llegada.

Hay una edad, en la que descubrimos que no somos invencibles y que de repente…”la gente se muere” , es decir, uno descubre que uno! esta en lista. Aunque eso suele estar muy lejano, por lo menos, ese mismo palpitar de nuevo nos informa (con esa misteriosa certeza) que o cuanto tiempo mas o menos duraremos y entonces aprendemos (sin darnos cuenta) ….a vivir.

Hay una edad, en la que uno aprende a divertirse en….”serio” y es cuando comienzan los protocolos y las clases de diplomacia. El amor flota junto a uno como suele hacer su sombra y junto a estos gozos vienen también los dolores, los dilemas, los debates y las peleas.

Hay una edad, en la que uno de repente da un paso adentro de ese abismo al que tanto temor nos infundieron y uno se ve agarrado de las manos de ese otro que también ha prometido “amor eterno”. Los cuerpos flotan confusos en un baile lento, buscando acoplarse el uno al otro, haciendo dotes malabares en donde tratan de fundir los defectos y efectos de uno en otro.

Hay una edad, en la que el camino se hace angosto y las manos que solían sostenernos han perdido fuerzas, entonces de repente somos sustitutos de estos y a la vez sacamos fuerzas para seguir adelante por si mismos. Es donde nos re-inventamos y especulamos sobre las una y mil noches de ideas y proyectos a ejecutar.

Hay una edad, en donde miramos atrás para tratar de ver …En donde perdimos ese eslabón de armonía que teníamos en una edad anterior y que nos ha provocado este rumbo incierto y lleno de vicisitudes y dramas no deseados ? Las preguntas son continuas…Si hubiese hecho esto, en ves de aquello? Si no hubiera viajado ? Si me hubiera quedado? Si hubiera llegado antes…después ? Si, Si, Si, Si…………..

Hay una edad, en la que uno aprende (bueno, en verdad muy pocos) a no oponerse a las cosas. Uno aprende a mirar el pasado y se da cuenta que todo lo ocurrido tuvo un porque! y que nada era por azar , entonces empezamos a despertar y aprendemos …a morir.

Hay una edad, en que aun sabiendo que el Universo es perfecto , intentamos burlarnos de el y tratamos de tomar las riendas de nuestro destino, nos oponemos a los hechos y buscamos desesperadamente alejar a todos los que “nos jodan” e insistimos en hacer lo que en verdad nos gusta por encima de las criticas de los demás.

Hay una edad, en que aprendemos lo inútil de insistir en resistirnos a los que nos ha sido designado. Entendemos que la carga que llevamos es porque podemos tomarla. Y entonces , comenzamos a liberarnos al entender esto de ella. Empezamos a ver la película de nuestra vida con mas sonrisas que llantos y a desapegarnos de todo hasta de nosotros mismos.

Hay una edad, (y esta es la ultima) en la que el viento y el azul del cielo apenas se perciben, uno solo sabe que están ahí aunque ni lo vea ni lo sienta, como ese horizonte imaginario que con certeza veremos pronto. No existe el tiempo , ni el abismo, no hay obstáculos ni peligros a huir, porque esa edad es la mas cercana al misterio detrás de nuestra llegada.

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