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Las sospechas que recaen sobre la Policía de Haití por magnicidio

Al respecto, el mandatario interino negó cualquier vinculación con el magnicidio.

Minimizamos las revelaciones de Noticiero Caracol (sic). Creemos que no puede seguir así, un medio no puede levantarse en un buen día y querer enredar las cosas, pero no me afecta. No lo esperaba. Debe concluir la investigación. tenemos que encontrar a los criminales.

También, el embajador de ese país en Colombia, Jean Mary Exil, dijo que en la investigación no hay información que conecte al primer ministro con los sospechosos.

“Las investigaciones en curso no revelan ningún lazo del primer ministro Claude Joseph vinculados con los sospechosos (sic). Todas las investigaciones no conllevan, no tienen ninguna relación con el señor Claude Joseph.”

 

Sin embargo, Noticias Caracol tiene en su poder varias de las declaraciones de los mercenarios que relacionaron ante los investigadores de varios países, incluido el FBI de Estados Unidos y las autoridades de Haití, el nombre de Claude Joseph en la conspiración que terminó con la muerte del presidente.

Yo estoy seguro de que el primer ministro fue el que lo mandó a matar

Esta contundente frase hace parte de una extensa confesión de uno de los hombres que estuvo en Haití y era de los más cercanos al capitán (r.) Germán Rivera, uno de los líderes de la conspiración. Nos abstenemos de revelar su identidad por seguridad.

Tenemos al segundo, mejor dicho, tenemos al vicepresidente (refiriéndose al primer ministro). Sacan a Jovenel y queda él.

Esta declaración de uno de los hombres que estuvo desde el comienzo en la conspiración menciona al primer ministro y a una jueza del Tribunal Supremo de Justicia de Haití, así como asegura ser testigo de reuniones en Puerto Príncipe con políticos y diplomáticos haitianos.

Incluso señala que un sector de la policía de Haití hizo parte del plan para derrocar a Moise.

Él me dice (el capitán Rivera) que hay una jueza que estaba con ellos, es del aparato jurídico, del Tribunal Supremo de Justicia de Haití, todo el tribunal estaba de acuerdo para arrestar al presidente.

Hasta ese momento, el líder de la conspiración era Christian Sanon, quien aspiraba a ocupar la presidencia tras el golpe. Pero los planes cambiaron y allí es donde menciona al primer ministro.

Me dijo (el capitán Rivera) ese señor Sanon ya no va porque ya no tiene fuerza, nadie lo va a elegir para nada. Me dijo estamos con el segundo al mando del país, cuando caiga ese señor, el segundo al mando es de nosotros.

Es decir, según los conspiradores, Sanon no tenía suficiente fuerza política y recibieron la orden -ya estando en Haití- de ayudar a montar al primer ministro en la Presidencia.

También contaron cuál fue el supuesto papel de Dimitri Herard, el jefe de seguridad del presidente Moise arrestado hace unos días, quien estuvo de paso por Colombia en varias ocasiones previas al asesinato.

Los colombianos le atribuyen un supuesto plan paralelo para asesinar al presidente.

Éramos el grupo de los colombianos y el grupo de Dimitri. Éramos enemigos supuestamente. Yo estoy seguro de que el primer ministro fue el que lo mandó a matar, sea con el grupo nuestro o sea con el grupo de Dimitri.

Al final, tras ejecutar el magnicidio, los mercenarios colombianos se habrían sentido traicionados, pues no recibieron la protección que, según las declaraciones, les prometieron.

Ese primer ministro sí tendió una trampa. Él decía (el capitán Rivera) tenemos el segundo al mando de Haití. La gente se pregunta: ¿por qué no había un plan de escape? Ni siquiera hay que hacer un plan de escape porque el primer ministro va a proteger, pero fue una trampa y a la media hora ya había dicho que eran colombianos, sin ninguna investigación y sin nada.

Estas confesiones sembraron aún más dudas entre la comunidad internacional, que en las últimas horas tomó distancia de Claude Joseph. Aunque hace tan solo una semana, el Core Group -conformado por embajadores de Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Alemania y la Unión Europea- le habían dado su respaldo a Joseph, este fin de semana, instaron para que Haití forme un gobierno con Ariel Henry.

El Core Group pide la formación de un Gobierno consensuado e inclusivo. Con este fin, anima encarecidamente al primer ministro designado, Ariel Henry, para que continúe la misión que se le ha encomendado para formar dicho Gobierno.

Ariel Henry fue designado como primer ministro por el presidente Moise dos días antes de ser asesinado, pero no se posesionó. Pese a que esa era la voluntad del asesinado mandatario, Claude Joseph tomó las riendas del Gobierno, en una decisión que para gran parte del país constituye una arbitrariedad.

Mientras Claude Joseph y sus funcionarios niegan cualquier vínculo con la conspiración, cada vez se conocen más declaraciones de exmilitares colombianos que lo mencionan.

En medio de esta incertidumbre Haití se hunde en una crisis política que parece no tener fin.

· ¿Qué sigue para Haití tras el asesinato de su presidente?

El polémico papel de la Policía de Haití en el magnicidio

Entre los múltiples testimonios que tienen las autoridades estadounidenses, y las mismas haitianas, hay confesiones muy comprometedoras en las que los mercenarios afirman que recibieron la protección y la colaboración de la policía haitiana en la conspiración.

Por eso es que la Policía ayudaba a CTU (empresa que contrató los mercenarios), porque había policías que no estaban de acuerdo con ese presidente.

Los primeros mercenarios colombianos -que llegaron dos meses antes del asesinato- confesaron cómo recibieron ayuda de autoridades diplomáticas y policiales haitianas para entrar a ese país por todo lo alto.

Me recogió Ashkar, un señor que era diplomático y nosotros no entramos como turistas normales sino por vía diplomática, pasamos a un salón de restricción de diplomáticos. Ashkar llegó con policía de las fuerzas especiales.

El diplomático a quien se refiere es Joseph Ashkard Pierre, funcionario en el consulado de Haití en Montreal, Canadá, a quien le acaban de expedir una orden de captura. En otro episodio, según las declaraciones, la Policía recogió a un par de mercenarios en el aeropuerto y los llevó a instalarse a un hotel donde se hospedaban diplomáticos, ubicado cerca a la embajada alemana.

Nosotros salimos en dos camionetas transportados por policías y llegamos al hotel. Nos recibió un señor gordito y canoso y una señora, en el hotel alcancé a observar camionetas de la ONU y funcionarios de la ONU, vi personas como rusas, alemanas, Ashkar me indica que el hotel es para gente diplomática, para gente importante.

Una de las personas recogidas en el aeropuerto fue el capitán Germán Rivera, uno de los cerebros de la operación. En su confesión ante las autoridades de Haití aseguró:

Eran policías los que iban con nosotros, pero iban de civil, eran cuatro porque nos fuimos en dos vehículos y mi hermano me dijo: ‘ellos son de la Policía’ y son CIMO, son unas fuerzas especiales de la Policía.