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Jefe máximo de las FARC: “Si no se llega a un acuerdo pronto, el proceso de paz puede pasar del limbo al infierno”

 Ivan Marquez
Iván Márquez

“Hay que escuchar a todo el mundo, pero en un lapso de tiempo no muy amplio, porque si no se nos muere este proceso”, le dijo Iván Márquez, uno de los máximos jefes de la guerrilla colombiana de las FARC, al periodista Daniel Coronell, presidente de Noticias de Univision, en una entrevista realizada este fin de semana en La Habana sobre el futuro del acuerdo de paz en Colombia.

Márquez aseguró que “del limbo puede pasar al infierno, y nosotros tenemos que salvar este proceso de paz”.

Coronell habló con el jefe guerrillero sobre algunos de los aspectos del acuerdo de La Habana que han sido puestos en cuestión por los promotores del “NO” que resultaron vencedores por un estrecho margen en el plebiscito realizado en Colombia el pasado 2 de octubre.

Al preguntarle cuál es la posición de la guerrila frentre al “NO”, Márquez aseguró que las FARC lo tomaron con serenidad. “Es el juego de la democracia. El ‘NO’ ganó sobre el ‘SI’ precariamente, pero es un triunfo de todas maneras. Las FARC están abiertas a buscar soluciones a este impasse que se ha presentado”.

Márquez aseguró que el “NO” no es homogéneo y que hay que escuchar a todas las partes que se opusieron al acuerdo. “El ‘NO’ no es del señor (Álvaro) Uribe. Uribe representa una parte del ‘NO’. Hay un sector muy fuerte del ‘NO’ que representa a los cristianos de Colombia y hay otras vertientes que pueden estar ubicadas en el movimiento social. Nosotros pensamos que hay que escucharlos y vamos a hacerlo con mucho respeto. Vamos a extraer las cosas positivas y cuando tengamos en las manos el resultado, la mesa de conversaciones, que es la que tiene que tiene que definir esta situación, tomará alguna decisión al respecto”.

Coronell le preguntó a Márquez cuántos guerrilleros tienen las FARC, porque mantener una tropa de miles de hombres durante el tiempo que duren las nuevas conversaciones puede tener un costo muy grande. Márquez respondió que es difícil hablar con precisión de ese dato y que es mejor esperar a que los guerrilleros se ubiquen en las zonas de normalización contempladas en el acuerdo para tener una cifra concreta.

Márquez recordó que el presidente Juan Manuel Santos ha extendido el cese al fuego hasta el 31 de diciembre, lo que para él significa que el acuerdo que contempla el cese al fuego está en plena vigencia. Y dijo que mientras se resuelve el impasse creado por el “NO”, y dado que la guerrilla decidió suspender por ahora las “impuestaciones” (SIC), van a tener que recurrir a organizaciones internacionales para sostener a la tropa.

Coronell le hizo ver que eso que él llama las “impuestaciones” no son otra cosas que las extorsiones, el secuestro y otros actos delictivos cometidos durante muchos años por la guerrilla. Márquez no lo negó, pero dijo que todas esas conductas, “se han asumido en función de la rebelión”.

Coronell insistió en que la falta de recursos por parte de la guerrilla podría llevar a romper el cese de las hostilidades, a lo que Márquez respondió diciendo que “las FARC van a hacer hasta lo imposible por mantener la situación actual”.

“Vamos a hacer lo posible por salvar los acuerdos firmados, el acuerdo final signado en Cartagena por el presidente Santos y Timoleón Jiménez, o Timochenko. Nosotros estamos en sintonía con los sentimientos del país, que por estos días se ha manifestado en todas las ciudades capitales pidiendo la aplicación del acuerdo final. Para nosotros este es otro tipo de refrendación de los acuerdos”, afirmó.

Coronell preguntó si eso significaba que no se iban a renegociar los acuerdos, a lo que Márquez respondió que “en lo fundamental, lo que hemos convenido contiene los elementos necesarios para establecer una paz estable y duradera. El contenido de ese acuerdo final nos llevará a la paz”.

¿En qué están dispuestas a ceder?, preguntó entonces el periodista.

“En todo lo que sea positivo. En todo lo que refuerce un acuerdo que nos va a sacar de una larga confrontación”, dijo Márquez. “El conflicto colombiano es el más largo, el más dilatado del continente. Nosotros estamos convencidos que el destino de Colombia no puede ser el de la guerra. Por eso hemos trabajado a conciencia por buscar una solución política a este largo conflicto que nos impida más victimizaciones”.

“Renegociar el acuerdo –dijo Márquez– es un asunto muy complejo, pero lo podemos analizar. Es complejo porque nos invertiría (SIC) más años de negociación. Si hemos invertido unos cuatro o cinco años para lograr este acuerdo, renegociarlo sobre bases que no son propositivas nos va a dilatar esto en el tiempo y corremos el riesgo de que el proceso de paz termine mal”.

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”Yo no diría eso. Nosotros no queremos la guerra. Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas por una solución política del conflicto. Nosotros no queremos más muertes. Prorrogar este estado de indefinición del acuerdo final nos va a producir más muertos, más victimizaciones. Y nosotros queremos evitar a todo costa eso”, dijo Márquez.

Coronell insistió entonces en otros puntos del acuerdo que han sido criticados por los partidarios del “NO”, como el de la ideología de género.

“Ya hemos hablado con un sector muy importante de los cristianos. Hemos explicado que este asunto de la ideología de género fue un constructo (SIC) mal intencionado de cierto sector político colombiano. Estamos nosotros explicando que este aspecto de género se refiere a la reivindicación de los derechos de las mujeres”.

Sobre el tema de la propiedad privada, Márquez dijo que la misma no fue cuestionada en ningún momento en los acuerdos de La Habana. “Esa es una de las mentiras difundidas por uno de los sectores del ‘NO’. Hay que abrir los acuerdos para que nos digan dónde está esa parte”, dijo Márquez.

A continuación, Coronell le preguntó por el tema de la impunidad señalada por algunos de los críticos de los acuerdos.

“Ahí está la jurisdicción especial para la paz –respondió Márquez–. La Jurisdiccción Especial para la paz no es una jurisdicción creada para la guerrilla. Es para todos los sectores involucrados en el conflicto. No es solamente para los sectores armados. Es también para los que toman las decisiones. La cúpula política, los ministros, los empresarios que financiaron la guerra. Los empresarios que han financiado al paramilitarismo. Incluso algunos medios que equivocadamente han incitado a la violencia también debieran dar sus explicaciones ante la jurisdicción especial para la paz”.

Al hablar sobre la Jurisdicción Especial para la Paz, Coronell preguntó si las FARC están dispuestas a negociar sobre el alcance y el período que debe durar esa jurisdicción, como han señalado algunos de los promotores del “NO”.

Márquez respondió diciendo que la jurisdicción especial tiene un límite en el tiempo dentro de los acuerdos. “Los que dicen que no están desinformando”, aseguró.

A renglón seguido, Coronell mencionó el tema de la elegibilidad política de los líderes de la guerrilla, que ha sido otro de los puntos señalados por los promotores del “NO”.

“El acuerdo es claro. Si usted se somete a la jurisdicción especial no hay impunidad, y si no hay impunidad la persona puede participar en política”, respondió Márquez. “Ningún proceso de paz ha terminado con los líderes de la insurgencia en la cárcel”, afirmó.

Coronell le señaló una excepción, que es el proceso de paz con los paramilitares firmado por el gobierno de Álvaro Uribe. Y le recordó a Márquez que varios de los jefes paramilitares aceptaron penas de ocho años y que algunos de ellos terminaron siendo extraditados.

“Nosotros nos alzamos en armas contra el Estado, los paramilitares no. Es un tema totalmente distinto”, respondió Márquez.

Finalmente, Coronell preguntó cuánto puede demorar la solución del atolladero creado por al victoria del NO en el plebiscito del 2 de octubre. Fue entonces que Márquez dijo que si no se resuelve pronto la situación, se podría pasar del limbo al infierno.

Y concluyó diciendo que las FARC esperan que el gobierno lleve mañana mismo las primeras conclusiones de sus consultas con los partidarios del “NO” a la mesa de conversaciones de la Habana.