Advertisement
Internacionales Noticias

Maduro ofrece diálogo a la oposición ante la presión de la OEA

 Nicolás Maduro presidente de Venezuela
Nicolás Maduro presidente de Venezuela

En un movimiento con la que intenta promover un escenario diplomático distinto al de la OEA (Organización de Estados Americanos), el martes en la noche el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró estar dispuesto a mantener hoja de ruta acordada con la terna de ex presidentes –integrada por el panameño Martín Torrijos, el dominicano Leonel Fernández y el español José Luis Rodríguez Zapatero– y la Unión de Naciones Suramericanos (Unasur) para dialogar con representantes de oposición.

Maduro hizo la afirmación al cabo de la tercera hora de su programa nocturno de todos los martes, En contacto con Maduro, para el que había prometido reservar su reacción oficial ante la solicitud dada a conocer apenas horas antes por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, de convocar una sesión especial del Consejo Permanente de ese organismo para considerar la crisis venezolana en el marco de la Carta Democrática Interamericana.

En otro comunicado de este miércoles, Maduro anunció a su vez que introducirá ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) una demanda, con solicitud de amparo, contra la directiva de la Asamblea Nacional, a la que acusa de incurrir en delitos de usurpación de funciones y traición a la patria.

A pesar de lo anunciado, el mandatario venezolano apenas se refirió al máximo ejecutivo del foro interamericano y su iniciativa. Se limitó a vaticinar para Almagro un destino “en los infiernos más profundos” de la historia. Reveló que cuando el propio Maduro y Almagro eran cancilleres de sus respectivas naciones, el uruguayo habría sido uno de los “más activos opositores a la entrada de Venezuela al Mercosur”, a pesar de las instrucciones giradas por el entonces presidente José Mujica.

En cambio, el sucesor de Hugo Chávez a la cabeza de la autodenominada Revolución Bolivariana dedicó un buen tramo del programa a defender la ronda “de aproximación” con delegados de oposición, como la llamó, que tuvo un accidentado inicio el viernes pasado en República Dominicana bajo los auspicios de la terna de ex presidentes y Unasur. Ese día los mediadores se reunieron por separado con delegados del Gobierno y la oposición con un propósito “exploratorio”, como dijo un comunicado de Mercosur.
For most customers though, Kamagra still remains buy viagra italy unknown. So based on the above and some additional research (see below), do yourself and sildenafil buy your website a favour and make the dash a habit. Take medical assistance only when physical condition is out cheap super viagra of control. Many people have purchased and used this medicine for cost viagra online ED and are able to overcome this problem.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, que participó en la dinámica, informó sobre las negociaciones desde su cuenta de Twitter, dando a entender que se trataba ya de conversaciones directas entre las partes. En reacción, voceros de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) dejaron saber que no seguirían en el proceso.

“¿Acaso es malo que nos pongamos a conversar, a pesar de todas las diferencias que tenemos, para encontrar puntos en común en función de los intereses del país?”, se preguntó en voz alta el mandatario venezolano, antes de asegurar que sus emisarios irán a conversar “cuantas veces hagan falta”. Maduro pasó revista a todas las ocasiones en las que habría abierto oportunidades para el diálogo que la oposición siempre desestima, según su relato.

El secretario general de Unasur y ex presidente de Colombia, Ernesto Samper, ya ha hecho saber que está prevista una nueva sesión de encuentros la próxima semana en República Dominicana.

En el mismo programa pero en tono más pugnaz, Maduro informó que ha llamado al Embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, para, junto a algunos asesores jurídicos, estudiar qué “acciones legales” su Gobierno buscará emprender en España para detener la campaña que, a su juicio, diversos medios peninsulares mantienen contra el régimen de Caracas. “Es una acción de amparo del derecho que tienen los venezolanos a que se sepa su verdad, pero también de los españoles para conocer la verdad”, adelantó.