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Opiniones

El paradigma dominicano: el engaño como política de Estado

Juan Durán, es Medico Odontologo, reside en la ciudad de Madrid, España

Por Dr. Juan Duran

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Ex Catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
En los últimos meses, las circunstancias que definen el escenario de la Republica Dominicana, así como el resto del mundo es incierto, debido a que el COVID19 ha inhabilitado el motor económico de cada país y ha evidenciado que la inversión en la salud no ha sido suficiente para la situación presente.
En cambio la política de nuestro país, es un proceso mas complejo puesto que, la cúpula del gobierno del PLD, encabezada por el Presidente Danilo Medina Sánchez y sus colaboradores se caracteriza por prácticas oportunistas para sacar partido de la situación actual.
Con esto busca tener ventaja en un escenario en el que el Estado debe garantizar las medidas necesarias para la seguridad y bienestar de su población, que en el caso que nos compete se basa en proselitismo, mala distribución de recursos alimenticios, así como la usurpación de las ayudas del extranjero para la promoción del candidato del oficialismo Gonzalo Castillo.
Desde que se identificaron los primeros casos de COVID19 en Republica Dominicana, el papel del Estado ha sido improvisado y con esto hago referencia a que países de todos los continentes se vieron afectados y para las autoridades dominicanas no iba a ser sorpresa que sería una brecha de tiempo riesgosa para que el virus llegara al país.
Desde el primer momento hubo incongruencias entre los discursos del presidente y las acciones del gobierno, esto a ha resultado a que el país registra la tasa de letalidad más alta por el coronavirus en Latinoamérica, con cerca del 5%, según el Ministerio de Salud Pública.
En la misma velocidad que aumentan los casos, también lo hace la angustia del pueblo dominicano que acude a las redes sociales para manifestarse y pedir ayuda al gobierno por la falta de planificación en las instancias públicas a la vez que las privadas, en las que rechazan personas por el simple hecho de mostrar síntomas de la enfermedad.
Esta situacion, en consecuencia ha resultado en el fallecimiento de ciudadanos dominicanos y precariedades para enterrar a sus familiares, hechos que no ocurren en los familiares de los adinerados políticos, cuya formula de hacer millones de pesos es cuestionable, porque se han hecho ricos a cuesta del pueblo dominicano, sobre todo aquellos que forman parte de la cúpula del gobierno del PLD encabezado por el presidente Danilo Medina.
En distintas provincias del país e incluso cárceles se manifiestan por la mala gestión del gobierno para contener la propagación del COVID19 en el país pero los esfuerzos del gobierno son insuficientes.
En el mismo ámbito se suma, a que parte de la población dominicana representa más del 50% que sobrevive a través de la economía informal, no obstante a pesar del riesgo de contraer el virus en las calles, no tienen de otra opción puesto que las condiciones del país y que tras el espejismo mediático de desarrollo.
La realidad social es que el crecimiento de la economía se concentra en una minoría que en gran medida forma parte del actual gobierno, un gobierno el cual protege los intereses, el estatus y las vidas de los funcionarios que si pueden quedarse en su casa en la cuarentena porque tienen las condiciones de vida por encima de miles de familias del pueblo dominicano que no reciben las ayudas suficientes o ninguna en torno a la eventualidad que sacude a todo el país, a lo que muchas de las personas que viven del trabajo informal aseguran tener dos opciones: ‘’ Morir de coronavirus o morir de hambre’’.
La misma situación se vislumbra en los hospitales y clínicas que no tienen cantidades suficientes de material desechable para hacer frente a la situación, a la vez que el personal sanitario corre el riesgo de infectarse tras no tener el equipamiento requerido para tales circunstancias que exponen las debilidades del sistema de salud y representando el más grave desafió en la historia del país en esta materia para todas sus autoridades, donde hospitales y clínicas privadas afirman “estar a su máxima capacidad”, mientras que sigue el aumento de los casos confirmados.
La sociedad pide a gritos una respuesta integral por parte del gobierno, pero su práctica política demagoga y oportunista, no acepta el altruismo y la intención de crear un frente de unidad nacional en el que el papel ejercido por el esfuerzo de la oposición política encabezada por el candidato presidencial Luis Abinader, la sociedad civil y el gobierno resulte en las medidas tendientes a mitigar los efectos en masa que esta provocando el COVID19 en el resto del mundo.
La realidad local y el imaginario de quienes administran el Estado es socavar la fuerza económica de la nación con la compra de material medico sobrevaluado a nombre de empresas de funcionarios o socios del gobierno, igualmente sobresale la utilización de la ayuda internacional para proyectar al candidato Gonzalo Castillo, así como las ayudas del plan social de la presidencia con motivos perversos de proselitismo.
El pueblo dominicano no puede hacerse de la vista gorda con esta situación, ya basta de proselitismo, ya basta de abusos, ya basta de engaños, ya basta de robos, ya basta de quitar vidas por ambiciones deshonrosas, es hora de que el pueblo dominicano tenga los representantes que merece como gran nación.