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EL GOBIERNO ADMITE SU FRACASO EN EL SECTOR ELÉCTRICO

Guillermo Caram, es economista y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano. Reside en Santo Domingo

Por Guillermo Caram

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Las declaraciones del Ministro de Hacienda relativa al ahorro del gobierno de US$450 millones con la entrada de Punta Catalina, constituye la admisión del FRACASO del gobierno en su política y promesas en el sector eléctrico.
Esto así porque significa que el ahorro que se producirá al gobierno comprar energía más barata por el menor costo de generación de Punta Catalina, no será transmitido a los consumidores, familias y empresas; sino que se utilizará para beneficiarse a sí mismo, vía la disminución de erogaciones por concepto de subsidios al sector eléctrico.
Al mantenerse el precio de la energía para consumidores prácticamente al mismo precio alto de siempre y al subsistir los apagones que seguimos sufriendo los dominicanos; el gobierno del Presidente Medina habrá FRACASADO en su promesas y políticas en el sector eléctrico, de las cuales PUNTA CATALINA constituía su proyecto estrella.
Habrá fracasado en sus promesas puesto que debe recordarse que el Presidente Medina anunció en varias ocasiones que Punta Catalina significaría el “fin de los apagones” que todavía sufrimos así como la promesa que el precio de la energía se reduciría hasta alcanzar casi la mitad por Kw/h hoy vigente.
Y constituye un FRACASO de las políticas energéticas, puesto que el cacareado cambio de la matriz de generación no se traducirá en beneficio del presupuesto de nuestras familias. Ni beneficiará la competitividad de la economía al mantenerse altos los precios de venta a los consumidores entre los cuales se encuentran nuestras empresas.
E incluso, si se materializan los anuncios paralelos del gobierno, de estar negociando la venta de Punta Catalina a inversionistas privados, ni siquiera el gobierno se beneficiaría de los US$450 millones de ahorro que hoy pregona el Ministro de Hacienda; sino que ese monto sirve de referencia del nivel de las ganancias anuales de los inversionistas privadas que adquieran Punta Catalina.