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Opiniones

Bosch: la política es un sacerdocio

Robert Valenzuela, periodista residente en Santo Domingo RD

Robert Valenzuela

En el natalicio 110 del profesor Juan Bosch, no podemos afirmar que él se arrepintiera o desilusionara sobre los que iban ser sus herederos políticos. Pero por un momento mostró su amarga frustración porque seguidores suyos preferían la forma de gobernar de su rival político, Joaquín Balaguer, en vez de la suya.

Bosch calificaba a Balaguer de “enano”, “¡pobre infeliz!” esclavo de su ambición desmedida por el poder; y dijo sentir tristeza porque dirigentes del nuevo Partido de la Liberación Dominicana (PLD) simpatizaban con los métodos balaguerisas.

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“…Yo no soy esclavo de la pasión de poder. Hay muchos que lo son. Allá ellos. Es así el enano de la (avenida) Máximo Gómez, el que con fraudes ha gobernado este país por años y años. ¡Pobre infeliz!…”, agregó, en un artículo que fue publicado en la desaparecida revista Política, Teoría y Acción.

Él habló muchas veces sobre la diferencia entre el gobierno suyo y el de Balaguer. “Balaguer era presidente títere al momento del ajusticiamiento del tirano (Rafael L. trujillo Molina) y siguió siéndolo hasta 1962. Ese señor no enfrentó la corrupción, mejor la estimuló: nunca deseó combatir la corrupción y moralizar la Nación. Prefería acomodarse a ella. Lo único que le seducía era el poder y usaba la corrupción para doblegar voluntades que le ayudarán a asaltar el poder”, dice Bosch.

Sigue diciendo: “Al llegar a la Presidencia (en 1963) yo debía marcar la diferencia, y la marqué. Mi carácter, mi honestidad, no me permitían vacilar”.