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Inmigración divide a los republicanos que buscan la presidencia

Aspirantes a la nominación presidencial por el partido repúblicano, debate CNN
Aspirantes a la nominación presidencial por el partido republicano, debate CNN

La idea de deportar a más de 11 millones de indocumentados encendió el segundo debate republicano realizado este miércoles en la Biblioteca Reagan en Simi Valley, California. El millonario Donald Trump continuó con la postura más extrema en esta área, mientras otros candidatos se movieron más hacia el centro.

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“La inmigración ilegal nos está costando 200 mil millones de dólares al año”, dijo Trump al mencionar su plan que incluye la deportación de las personas sin papeles. “Se van y vuelven si lo merecen, si han cometido delitos nunca volverán”, dijo Trump al abrir la segunda hora del debate principal de la noche.
En el escenario estaban los 11 precandidatos principales mientras el moderador de la cadena CNN, Jake Tapper, insistía en que inmigración era uno de los temas más destacados en este ciclo electoral.
Junto a Trump estaban Jeb Bush (exgobernador de Florida), Chris Christie (gobernador de Nueva Jersey), Scott Walker (exgobernador de Wisconsin), Mike Huckabee (exgobernador de Arkansas), Ben Carson, Ted Cruz (senador de Texas), Marco Rubio (senador de Florida), Rand Paul (senador por Kentucky), John Kasich (gobernador de Ohio) y Carly Fiorina (exconsejera delegada de Hewlett-Pachard).
La idea de deportar a los 11 millones de indocumentados no fue apoyada por figuras como Christie quien insistió en que costaría 15,000 dólares diarios por dos años. “Debemos asegurar la frontera, poner aviones no tripulados, tecnología y tomar las huellas digitales de toda persona que entre y no permitir que se queden”, dijo el gobernador de Nueva Jersey.
Bush por su parte insistió en una “solución conservadora integral”. “Construir una muralla, deportar a millones de personas costará cientos de millones de dólares, destruirá familias y comunidades, no se corresponde con los valores americanos”, aseguró.
En la oficinas de Texas Organizing Project, donde se reunieron activistas pro inmigrantes del área de Houston, el rechazo ante la forma en que se debate sobre inmigración fue evidente.
“¡No de nuevo!”, “¡este loco…!” saltaban los comentarios mientras los precandidatos desplegaban sus ideas.
“Aparte del costo financiero hay un costo humano y eso no se mencionó. No ven lo integrados que están los indocumentados en nuestras comunidades, sería una pesadilla para tanta gente”, dijo Mary Moreno, directora de comunicaciones de Texas Organizing Project.
“No conocen la frontera, no lo están tomando en serio. Dicen lo que ellos creen que la gente quiere oír, si sus comentarios reflejaran la verdad y si fueran honestos dirían que la frontera está segura. Lo único que nos falta es reformar la política de inmigración, para regularizar a la gente que está acá”, agregó.
“Todo el mundo hablaba de seguridad aunque las ciudades fronterizas son de las más seguras del país. No hemos oído a nadie ponerle un desafío a lo que está diciendo Carson, respecto a cuáles son los beneficios que recibe la gente que viene al país. Si las familias fueran separadas sería un desastre humano y económico”, señaló Paloma Martínez, vocera  de SEIU Texas.
Otro momento controversial fue cuando Bush le pidió a Trump que se disculpara ante su esposa por insinuar que su origen mexicano es una influencia para él en el tema de inmigración. “Fue completamente inapropiado y espero que te disculpes, ella está aquí hoy”, comentó Bush.
Trump se negó a disculparse; “no he dicho nada equivocado”, aseguró, mientras atacaba al exgobernador de Florida por ser débil en inmigración.
Carson resaltó su propuesta para reformar el sistema basada en asegurar la frontera, crear un programa de trabajadores temporales, sin acceso a la ciudadanía, entre otras condiciones.
Por su parte, Rubio destacó que un proyecto de ley de reforma integral no sirve y que se debe legislar por separado.
Respecto al camino a la ciudadanía no entró en detalles y dijo que “los americanos serán razonables respecto a qué hacer con las personas que no han cometido delitos”.
“Bush y Rubio se han movido más al centro en el tema de inmigración”, aseguró el analista político de Rice University en Texas, Mark Jones. “A diferencia de Trump, están pensando en la elección general y no quieren cometer el error de Romney, de decir algo que luego los arruinará en estados como Florida, Nevada y Colorado, costándoles la elección”, comentó.
“Bush y Rubio se vieron un poco distintos, por lo menos vimos un poco de cambio, pero todavía no le llegan al gol a los latinos, siguen hablando basados en mitos de que el Presidente no aplica la ley, siendo que la comunidad está sufriendo”, señaló Clarissa Martínez experta en inmigración del Consejo Nacional de la Raza.
Otro momento polémico se dio cuando los precandidatos debatieron el derecho a la ciudadanía por nacimiento establecido en la enmienda 14 de la Constitución. “Somos los únicos suficientemente estúpidos para tener este derecho, cuando una mujer se embaraza pasa la frontera y tiene al hijo, nosotros nos tenemos que hacer cargo”, dijo el millonario.
El vocero de la campaña de Hillary Clinton Jorge Silva destacó que los republicanos continúan “gastando su tiempo deshumanizando a los inmigrantes”, mientras la ex secretaria de estado lucha por su “dignidad y respeto”.
“Los 15 precandidatos presidenciales republicanos de esta noche no ofrecieron nuevas ideas. En lugar de eso vimos un despliegue de egos y un desprecio hacia las mujeres y las minorías. Trataron a los inmigrantes como criminales”, detalló Sonia Meléndez, vocera del comité político de EMILY’s List.
Trump y Carson se han destacado en los últimos sondeos, separándose en las preferencias respecto a los otros candidatos con 32% y 19% respectivamente.
Trump ha marcado la pauta en el área de seguridad fronteriza e inmigración, temas que ha usado como su ancla desde el inicio de su campaña, en junio.
Amnistía versus deportación
El primer debate entre los republicanos comenzó a las 6 p.m. ET con sólo cuatro protagonistas, quienes no alcanzaron los votos suficientes para entrar en el debate principal: Rick Santorum (exgobernador de Pensilvania), Bobby Jindal (gobernador de Luisiana), Lindsey Graham (senador por Carolina del Sur) y George Pataki (exgobernador de Nueva York). El ex gobernador de Texas Rick Perry anunció su retiro esta semana, el primero en caer en busca de la nominación republicana.
Jim Gilmore (exgobernador de Virginia) fue el único que quedó bajo la mesa en esta ronda, ya que la cadena CNN sólo invitó al debate a los precandidatos que tuvieran más de un 1% en las encuestas nacional y Gilmore simplemente no calificó. Pero el político no se rinde y dijo que estaría participando a través de su cuenta de Twitter.
Inmigración fue uno de los primeros temas que despertó controversia. Santorum insistió en que la mayoría de los presentes apoyaba un camino a la ciudadanía en lugar de “centrarse en qué protege mejor los intereses de los estadounidenses, de nuestra nación”. El resto se defendió insistiendo que la prioridad es asegurar la frontera. Jindall prometió lograr esa meta en 6 meses. “Una inmigración inteligente fortalece nuestro país ahora tenemos una débil.
Inmigración sin asimilación es invasión. “Necesitamos que la gente venga legalmente, aprenda inglés se adapte a nuestros valores y se ponga a trabajar”, dijo.
Pero Santorum insistió en que eran pro amnistía. “No porque lo llame amnistía, no hace que deje de serlo. Casi todos los que están en esta habitación permiten que personas que violaron la ley se queden, así como personas que llegaron legalmente y luego dejaron expirar sus visas”, insistió.
“Lo que he dicho es asegurar la frontera y luego que eso esté listo, los estadounidenses lidiarán con la gente ilegal de manera pragmática y con compasión. Rubio y Jeb están por la amnistía, yo no y nunca lo estaré” respondió Jindall, quien también insistió en acabar con las ciudades santuario y criminalizar a los alcaldes que las promueven.
Pataki especificó que el máximo derecho al que pueden aspirar los indocumentados es la residencia legal, pero no la ciudadanía y esto luego de cumplir una serie de condiciones, incluyendo 200 horas de servicio comunitario.
Más que el moderador, fue Graham quien hizo la pregunta más polémica a Santorum: ¿Qué haces con los 11 millones de indocumentados? El ex senador respondió sugiriendo identificar a las personas que han dejado expirar a sus visas y obligarlos a salir.