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El mensaje póstumo que envía Bush a Trump al invitarlo a su funeral

 

Funeral del expresidente George H W Bush

Donald Trump, silencioso, respetuoso, saludando militarmente ante el féretro de George H. W. Bush en la Rotonda del Capitolio es una imagen poderosa que simboliza la tregua que la muerte del expresidente ha significado en Washington DC.

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Se sabe que Trump no tiene la mejor opinión del presidente, ni del resto de su clan. Que Bush padre votó por Hillary Clinton en 2016 para evitarse lo que consideraba el mal trance de respaldar al nominado que su partido eligió en contra de todo lo que él consideraba que eran los reales valores conservadores.

Sin embargo, Bush dejó claro que quería que en su funeral estuviera presente el presidente de EEUU, reconocimiento de la majestad del cargo, sin importar que quien lo ejerza sea Trump, un hombre que le ofendió a él a sus hijos y a otros expresidentes.

Esta tregua política que vive Washington ha servido de bálsamo para quienes están cansados del agrio enfrentamiento que cataliza permanentemente Trump desde su cuenta Twitter y les recuerda, quizá traicionados por la nostalgia, una era en la que los partidos colaboraban más, se entendían mejor.

A principios de septiembre, Trump no asistió al funeral del senador republicano por Arizona John McCain, realizado también en la Rotunda del Capitolio. De hecho, ese fin de semana se dedicó a jugar golf y enviar agresivos tuits contra Canadá y los medios de comunicación.

Tampoco asistió en abril al de la ex primera dama Bárbara Bush. En ambas ocasiones quedó claro que el presidente no sería bienvenido.

Pero, por la naturaleza del cargo ejercido, el funeral de un expresidente es una ocasión menos privada.

Los portavoces de la familia Bush han aclarado que el expresidente no concibió sus exequias como un evento político, sino como la ocasión para celebrar los avances de la sociedad estadounidense y la salud de su sistema de gobierno.

En su comunicado lamentando la muerte de Bush , Trump uso la misma frase “miles de puntos luminosos” de la que meses atrás se burló durante un evento político por “incomprensible” y que el exmandatario usó por primera vez en la Convención Republicana de 1988, en la que obtuvo la nominación presidencial, para hablar de la necesidad de promover la solidaridad social.

Luego Bush bautizó su organización benéfica “Mil puntos luminosos” que se dedica justamente a promover el trabajo voluntario en apoyo de diferentes causas sociales.

Ahora se espera que Trump asista a la ceremonia que se realizará el miércoles en la Catedral Nacional de Washington. Allí coincidirá con dos grupos con los que ha tenido duros enfrentamientos: el clan Bush y con el “club de los expresidentes”.