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La nueva regla de ‘carga pública’

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Los inmigrantes que padecen enfermedades crónicas, viejos, con poca educación o pobres están en la lista de principales afectados por la nueva regla de ‘carga pública’ anunciada el sábado por el gobierno de Donald Trump.

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Si bien la noticia no tomó a nadie por sorpresa, un borrador del nuevo reglamento permite conocer detalles acerca de qué considerarán los agentes de la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) al momento de otorgar o negar un beneficio migratorio.

Pero el problema va más allá de lo que estipule el nuevo protocolo que, antes de entrar en vigor, deberá primero ser publicado en el registro federal y otorgar un plazo de 60 días para comentario público. La semana pasada entró en vigor otra regla que concede a los empleados de la agencia ‘discrecionalidad total’ para autorizar o rechazar solicitudes, un arma clave de Trump para seguir adelante con su política de ‘tolerancia cero’ con los inmigrantes.

Escrutinio severo

La nueva regla de ‘carga pública’ divulgada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) establece que los agentes de la USCIS determinarán sobre la base de los méritos de cada caso en particular, y a cada requisito asignarán una puntuación que sólo concederá dos opciones: negativo o positivo.

Es decir, si por ejemplo un ciudadano pide la residencia legal permanente de un padre, el gobierno analizará toda una gama de factores entre ellos: edad, estudios, profesión, estado de salud, si tiene o no seguro médico, situación financiera del hijo ciudadano que lo pide, evaluación de familiares inmediatos, establecerán si existe una amenaza de que en el futuro cercano se convierta en carga pública temporal o permanente, ingresos, enfermedades y/o estado físico, entre otros factores.

La suma de los valores positivos y negativos será lo que determinará si el agente autorizará el beneficio migratorio solicitado o lo rechazará por no apegarse al reglamento.

Cambio radical

La nueva herramienta sugerida por el gobierno de Trump “establece una rúbrica complicada a través de la cual un agente de la USCIS tendrá que hacer un inventario extenso de la habilidad económica del solicitante, para con esos datos determinar si la persona será una futura carga pública o no”, explica Armando Olmedo, abogado de inmigración y coautor del libro ‘Inmigración: Las Nuevas Reglas’, una guía de Univision.

“Se trata de una propuesta que cambiaría completamente la manera en cómo el gobierno define el uso de beneficios públicos”, agregó.

“El gobierno ahora analizará todos los factores, tal como edad, habilidad de trabajar, historial médico, nivel de educación y uso de beneficios públicos, entre otros, para ver si en su totalidad el análisis conlleva una determinación de que la persona será o se convertirá en una carga pública’”, indicó.

Olmedo dijo además que, “por lo que veo, tras una primera revisión del reglamento propuesto, una persona que haya usado beneficios públicos puede todavía calificar para recibir un beneficio migratorio, ya que todos los factores se analizarán en conjunto. Y en el caso de los factores negativos, estos tendrán que ser contrabalanceados por factores positivos. Pero hay que esperar la regla final”, precisó.

“Pero indiscutiblemente esta propuesta afectará la inmigración legal al país, y de forma desproporcionada a los inmigrantes pedidos por familiares con menores recursos financieros”, advirtió. “Afectará e impactará severamente al solicitante con condiciones médicas preestablecidas, con baja educación, edad avanzada y con discapacidades”, previno.