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Opiniones

Una observación al manifiesto que exige la renuncia del presidente

Lic. Fausto Herrera Catalino, politco y escritor, reside en Santo Domingo
Lic. Fausto Herrera Catalino, politco y escritor, reside en Santo Domingo

Por Fausto Herrera Catalino

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El profesor Nolberto Luis Soto, en sus reflexiones “Pasiones humanas e impunidad” en referencia  al comunicado de intelectuales y activistas que piden la renuncia del presidente Danilo Medina,  advirtió de  manera crítica,  “¡Cuidado con desviaciones y provocaciones que les ofrezcan el espacio a estos descarados!”, en alusión a los funcionarios del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana.
Esas sugerencias tomadas del escritor español Baltasar Gracián,  en su clásica obra “El arte de la prudencia”, son observaciones oportunas para el movimiento que impulsa,  en la coyuntura actual,  la lucha social dominicana por la transparencia, el cese de la corrupción y fin de la impunidad. ¡Por un mejor país para todos!
El catedrático universitario explica “La emoción y la razón conviven en un mismo sujeto” y, agregó, “Los grandes hechos de la historia han tenido una carga emocional inevitable“. También “no obstante no siempre  el hombre de letras o ciencia se comporta carente de pasión, al contrario ese impulso estuvo soterradamente en el camino de la Revolución Francesa o la Revolución Soviética, que sin esa actitud no se hubiera cristalizado tan significativo evento que cambió la historia humana”, afirmación que justifica el manifiesto.
Pero, en aparente contradicción con dichos postulados, tras elogiarlo dice de Andrés L. Mateo “Su pasión por el cambio del país hacia la justicia y la democracia verdadera lo llevó a esta declaración infausta que levantó una frenética y apasionada revuelta de la otra parte.”.
En sentido contrario, un forjador de la consciencia, el filósofo español y mexicano Luis Villoro, argumenta: “lo que dio sentido a la entrega de tantos hombres y mujeres e hizo que, en muchos casos, algunos sacrificaran sus vidas por un objetivo social, no fue la creencia en una doctrina científica o filosófica. Fue una pasión y una esperanza: la indignación por la estupidez y la injusticia humana, la urgencia por construir una sociedad fraterna.”
Sí, es correcta la apreciación del distinguido maestro “La prudencia manda no dejarse provocar por los funcionarios y voceros del Gobierno”.
Nelson Mandela, el universal político por excelencia, nos orienta “En la vida real no tratamos con dioses, sino con seres humanos corrientes de nuestra misma condición, hombres y mujeres llenos de contradicciones, que son estables e inconstantes, fuertes y débiles, famosos e infames, gente en cuyo torrente sanguíneo las larvas se enfrentan a diario con potentes pesticidas.”
La idea de la regeneración moral sin violencia, gana cada día más apreciación ciudadana.
27 de junio de 2017