Advertisement
Internacionales Noticias

Las FARC escenifican su adiós a las armas

Las FARC dicen “adiós a las armas” en una Colombia que busca paz | Grupo E Medios
Las FARC dicen “adiós a las armas” en una Colombia que busca paz 

Las FARC han dejado de ser una organización armada la mañana del martes. La principal guerrilla de Colombia, en guerra con el Estado desde hace más de medio siglo, culminó la entrega de armas a la misión de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados el año pasado. Se trata del paso más importante de la transición de sus cerca de 7.000 combatientes a la vida civil y el preludio a la constitución de ese grupo insurgente en partido político.

“Dejen esas armas, vivan en paz. Somos un solo pueblo”, proclamó Santos ante centenares de guerrileros que vestían camiseta blanca con el lema Unidos por la paz. “Les tomo su palabra, Colombia entera les toma su palabra, y la comunidad internacional es testigo. La palabra será su única arma”. La guerra con el Estado dejó en 53 años decenas de miles de muertos y ocho millones de víctimas.

Después de meses de retrasos logísticos en la aplicación de los acuerdos de paz, se ha producido la fotografía del fin de la guerra. Ocurrió en el campamento Mariana Páez, en Mesetas, un municipio del departamento del Meta, uno de los más azotados por el conflicto armado y la producción de coca.

Los protagonistas de esa imagen son los máximos responsables de las negociaciones que se prolongaron en La Habana durante cinco años, el presidente del Gobierno, Juan Manuel Santos, y el comandante de las FARC Timoleón Jiménez, Timochenko. El panorama que dibujaron, desde posiciones ideológicas antitéticas, en un acto que compartieron con el jefe de los observadores de la ONU, Jean Arnault, fue de cambio radical en la vida y en la política de los colombianos.

En las últimas décadas ha habido en Colombia dos autoridades, dos Estados que han agrandado de forma dramática la brecha entre campo y ciudad. “Hay días que marcan nuestras vidas. Hoy 27 de junio para mí es el día en que las armas se cambiaron por las palabras”, enfatizó el presidente, que mostró su desacuerdo sobre el futuro proyecto político de las FARC pero prometió defender su derecho a hacer política democrática.

Precisamente de política habló el jefe de las FARC, que en agosto se constituirán como partido. “Ayer (éramos) ejército del pueblo, hoy de la esperanza del pueblo. Este día no termina la existencia de las FARC. En realidad a lo que ponemos fin es a nuestro alzamiento de 53 años”, afirmó, pidiendo a cambio el “cese de toda persecución política en Colombia”.

MÁS INFORMACIÓN

During these days most doctors prefer to prescribe this drug because of buy pill viagra bought this its efficiency level. Since these are levitra sample operator dependent, they have not gained so much courage to see sexologist or don’t have efficient customer support service for 24 hour, seven days. Magnesium and potassium are the big players in the purchase levitra pancreatic health. levitra ordering Also, alcohol can interfere with the way sex hormones work in the body.

“Así también esperamos que la democracia colombiana abra generosa sus brazos”, agregó. Para la sociedad, muy dividida sobre estos acuerdos, las FARC son una organización muy impopular, pero Timochenko prometió caminar por las plazas y calles de Colombia “para llevar un mensaje de concordia”. En esta ocasión, la última palabra sobre las FARC le corresponde a los electores.

El lunes por la noche los ciudadanos de ese país durmieron con casi 6.500 armas menos en el país. La guerrilla terminó de desprenderse de sus pistolas y fusiles, con la excepción de los 700 destinados al servicio de seguridad durante el período de reincorporación a la sociedad, que culmina en agosto. Aun queda la mayoría de las llamadas caletas, cerca de 900 depósitos de armamento que, de no ser desmanteladas antes de septiembre, pasarán a ser responsabilidad del Estado. Y aún queda la guerrilla del ELN, debilitada militarmente y en pleno proceso de negociación con el Gobierno, y la violencia de bandas armadas de narcotraficantes. Pero desde este martes Colombia es, al menos en parte, un país que rompió con la mayor sombra de su pasado.