Advertisement
Opiniones

Recordemos el Baninter

baninterPor Raúl Mejía Santos

Postrado y convaleciente, pero en franca recuperación gracias a las bendecidas manos de un joven cirujano puertorriqueño, tome un texto para el deleite acostumbrado y la lectura me remonta a los tiempos de la crisis bancaria que provocó la francachela del caso Baninter y el drama humano que prosiguió.

Ver una amalgama de vividores que se dieron la buena vida sin medir sus actos resulta indignante. Situación aguda reflejada en tiempos modernos, la quiebra bancaria de principios de siglo tuvo como eje central las prácticas nefastas y abusivas de la clase empresarial criolla: adueñarse de lo ajeno.

Sus cómplices fueron, para colmo y desventura nuestra, los sectores políticos tanto en el poder y la oposición de aquél entonces. Hubo culpa y complicidad a granel, una mancha los curtió a todos por igual.

Retomar el tema se hace urgente, más en la actual coyuntura política que vivimos los dominicanos. La corrupción arropa nuestra conciencia ciudadana, donde permea una cultura permisiva y amañadora de las nocivas prácticas que casi son costumbre. Aparenta convertirse en nuestro ADN como país. Mas la justicia es un entuerto carente de garantías en los procesos judiciales.

La melcocha del sistema alienta la corrupción, a los infames “señores del maletín” y la comadreja que les acompaña como rémora al tiburon. En un país poco institucional como el nuestro, lo que habla es el billete y las prebendas que puedan asegurar un Ángel Rondón cualquiera.

The tablet ensures smooth circulation of blood generic levitra cheap to your genital area. There are websites that invite users to review anti-impotency drugs for the benefit viagra prescription http://icks.org/data/ijks/1482456863_add_file_4.pdf of others. A doctor or healthcare system could easily monitor the brain health of several hundred patients, identify who is experiencing dysfunctions and would benefit from specific interventions, track progress over time, and refine his or her own clinical practice based on data. viagra buy viagra How about a drinks machine that comes complete with facial recognition and will 100mg viagra effects recommend treatments. El sano ejercicio público parece una quimera colectiva nacional, una ilusión lejana y pasajera que sirve de aliciente para aquellos que albergamos la ilusión de un mejor país, donde impere la ética sobre cualquier consideración.

El desfalco bancario dejo una ristra aberrante evidenciando los excesos turbios y abusivos de un grupo de atorrantes malvados en todas las parcelas de poder social y económico en la República Dominicana. Los buitres descendían sobre el camastro donde ubicada la presa, ahí en la Churchill con 27 de Febrero de la ciudad primada de América, saciando el apetito desmesurado una vez se destapó el manjar putrefacto con todo y “Pepe Card”.

Las amenazas de cerrar bancos, o tumbar gobiernos, destapa los estrechos vínculos de una camarilla con mucho poder y la eventual discordia que les distanció al momento de judicializar a los personajes principales del desfalco. La estafa bancaria más grande de América Latina sirve de marco referencial para avanzar la lucha contra la corrupción e impunidad actualmente en el país.

Esa lucha que han querido desprestigiar los sectores malsanos nos sirve de bálsamo, los nuevos escándalos estremecen pero no doblegan la intención de seguir la incólume marcha hacia el respeto a las instituciones, la ley y el orden público.

No empece a ello, solo el dominicano olvida lanzando vítores en alabanza a los grandes señores que nos hundieron, los que se confabularon para vivir holgadamente sin medir consecuencias ni reparar sus daños. Yates de gran calado, villas veraniegas y veloces aeroplanos quedaron como evidente testimonio de quienes hoy transitan las calles, haciéndose llamar don fulano de tal.

El país de mis sueños se esfuma y desvanece ante la realidad que nos aborda.